martes, 23 de febrero de 2010

LA CINTA BLANCA.

He visto recientemente LA CINTA BLANCA, del director austríaco Michael Haneke.
La película me conmocionó. Sus excelencias están de sobra reconocidas por la gran cantidad de premios que ha acumulado. Entre otros, La Palma de Oro 2009, en Cannes y los tres galardones en los Premios del Cine Europeo.

Rodada en blanco y negro, LA CINTA BLANCA es una reflexión sobre el lado más oscuro del alma humana; el territorio de la culpa, la violencia, el castigo y la miseria moral. En un ambiente dominado por lo siniestro, los habitantes de un pequeño pueblo protestante viven una serie de acontecimientos que alteran trágicamente su vida. Contada desde la memoria del maestro, la historia plantea una serie de desgraciados sucesos que va revelando cómo los personajes viven en un clima de asfixia vital, dominados por unos valores brutalmente rígidos.

La fotografía crea una belleza envolvente, con planos de los personajes, de los interiores y del paisaje que desasosiegan. Las imágenes se van encadenando a un ritmo lento y van apoderándose de los espectadores con todo el poder de seducción del buen cine.
Para tener una referencia crítica de la película, he seleccionado la reseña de Miradas de cine.

Y, como no podía ser menos, unas imágenes de presentación en el siguiente vídeo.

domingo, 14 de febrero de 2010

AZOTEAS DE ESPERANZA




Leo en EL PAÍS del día 12 de febrero un artículo del fotógrafo José Manuel Navia sobre la fotografía ganadora del Premio World Press Photo 2009. Me parece que combina muy acertadamente el aspecto artístico y el contexto ideológico de la imagen: LAS MUJERES QUE LANZAN DESDE LAS AZOTEAS EN EL ATERDERCER DE TEHERÁN UN GRITO A FAVOR DE LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS, que el régimen de Ahmadineyad desbarata sistemáticamente.
Transcribo literalmente el ANÁLISIS de Navia.

AZOTEAS DE ESPERANZA

Este año el prestigioso y no pocas veces controvertido premio World Press Photo ha sido ganado por un joven fotógrafo napolitano de apenas treinta años: Pietro Masturzo. La fotografía, captada en ese momento maravilloso en que el día ya da paso a la noche ("entre perro y lobo" lo llaman los franceses), muestra a unas mujeres en una azotea durante las pasadas protestas en Teherán. No se trata de un plano corto, sino que muestra a las mujeres inmersas en el paisaje urbano. La imagen además no es algo casual, sino que forma parte de una serie sobre el mismo tema, Azoteas de Teherán, toda ella magnífica.
Imagino que esta imagen levantará ampollas entre el ejército de fotógrafos que, taxidermistas del dolor, entienden que el camino para mostrar el sufrimiento humano es la "dramatización" de la propia imagen, cargándola de unas formas aparentemente atrevidas y de un contenido lo suficientemente obvio como para mover el sentimentalismo más simple del espectador (aquí preferiría decir del lector de la imagen). Pero otros creemos que hay más caminos, y que tal vez hace falta menos denuncia y más reflexión; en definitiva: más verdadera fotografía y menos propaganda.
Para quienes digan, que los habrá, que la imagen ganadora es un bello ejercicio estético, pero poco "fuerte", de escaso contenido, etcétera, yo me permito sugerirles que nada más lejos de la verdad. Permítanme un solo ejemplo: cualquiera que conozca o haya trabajado mínimamente en países musulmanes, pendiente de su vida cotidiana -tan rica- y no solo de sus guerras, sabe bien de la importancia de las azoteas al anochecer en la vida de las familias, y especialmente de las mujeres; y del espacio de comunicación y de libertad que allí se crea (los lectores de Fátima Mernisi ya saben de qué hablo). Es por ello, no por casualidad, por lo que allí se produjeron las protestas documentadas por Masturzo. Éste ha sabido hacerlo con gran respeto no sólo hacia las personas, sino también hacia un entorno arquitectónico tan característico, que tanta información añadida aporta sobre esas urbes del Islam (en Oriente, norte de África...) en constante y desquiciado crecimiento, inevitables crisoles de conflicto. Y también con una notable calidad fotográfica, trabajando con unas luces y un sentido de la distancia que, por menos obvios, nos animan más a seguir mirando la imagen un rato, a reflexionar, que a decir de un vistazo: "¡qué barbaridad!"... y pasar la página. Lo sutil puede y debe ser un valor en un mundo de obviedades.
El maestro Raymond Depardon (reportero fundador de la agencia Gamma, hoy en Magnum) ha realizado una de las afirmaciones más simples y a la vez demoledoras sobre el fotoperiodismo (y la propia vida, claro): "siempre hay un mercado para la crónica de los palacios y para el drama de los suburbios, pero no lo hay para la crónica de los suburbios." Cómo no celebrar pues, como fotógrafo y como lector, esta crónica visual realizada (ignorado por el mercado, desde luego) por Pietro Masturzo con comprensión del tema, respeto por él y calidad fotográfica (las tres patas del verdadero trabajo documental). Y cómo no felicitar no sólo al autor, sino también al jurado que ha decidido premiarlo. Christian Caujolle, fundador de la Agence Vu (que me acoge desde hace no pocos años) y muy vinculado al WPPh, me contaba que, cuando tienen que hacer algún libro antológico del premio, se encuentran con que muchas de las fotografías ganadoras, pasados los años y olvidada la noticia que las provocó, se sujetan con dificultad, precisamente por su poca calidad fotográfica. Esto no ocurrirá con la imagen ganadora de este año, aunque no haya encontrado acomodo en la prensa de cada día.

jueves, 11 de febrero de 2010

ALICE IN WONDERLAND

He comprado recientemente Alice in wonderland de la ilustradora coreana Suzy Lee. Es un magnífico trabajo del que la propia autora dice "A través del diseño y la fotografía realista, mi libro explora el reino de la ilusión y la realidad y espero encontrar una respuesta visual que permitar entrar en él. Me interesa el arte entre el museo, la librería y un libro ilustrado tanto para adultos como para niños: de ahí surge este libro.


Suzy Lee fue galardonada con el I Premio Álbum Ilustrado Gremio Libreros de Madrid por su obra La ola, publicada por Bárbara Fiore Editora en 2009.


En España sólo conocemos otro de sus trabajos, publicado en la misma editorial. Se trata de Espejo.


Y para acabar, un disfrute visual. El video de La ola.


miércoles, 10 de febrero de 2010

LA ISLA BAJO EL MAR


Acabo de leer la última novela de Isabel Allende. En La isla bajo el mar compruebo que Isabel Allende enamora cuando escribe. Sabe dotar a sus novelas de una tono potente y luminoso. Su literatura tiene VITALIDAD. En el caso de esta obra tiene, además, un contexto histórico muy importante en la narración. La autora sabe establecer una relación entre los datos históricos y la ficción que no decae en ningún momento. Es como poder sentir la Historia a través de las historias de los personajes.

Pienso que, como todo novelista de calidad, Isabel Allende es una EXPLORADORA DE LA EXISTENCIA HUMANA.

Además, quiero destacar la magnífica construcción de los personajes y la REIVINDICACIÓN de la mujer como transmisora de VALORES vinculados a la VIDA.

EL PAÍS publicó, con motivo de la aparición del libro en el año 2009, artículos, reseñas y una entrevista con la autora, de los que he seleccionado algunos fragmentos.

Zarité es el nuevo personaje que ha creado Isabel Allende para su nueva novela sobre la esclavitud: La isla bajo el mar (Plaza & Janés). Allende ha creado una narración coral que se desarrolla en el Santo Domingo (República Dominicana) del siglo XVIII para relatar la vida de una joven esclava que no se resigna a su destino. Historia, sufrimiento, azar, pero sobre todo libertad es la palabra clave en el libro número 19 de esta autora.

"La isla bajo el mar es sin duda el libro más doloroso que he escrito nunca. Paula fue doloroso, pero en otro sentido. También fue una terapia, una redención", afirma de la obra que dedicó a su hija muerta. "Pero aquí no hay redención. La esclavitud no tiene redención. Y sigue sin tenerla porque en la actualidad hay millones de mujeres que siguen siendo esclavas".


La isla bajo el mar es Guinea, es ese lugar con el que los esclavos soñaban cuando les sacaban hasta la sangre en las colonias, ese paraíso donde al menos sus espíritus encontraban la paz tras la brutalidad con la que se veían acortadas sus vidas. También es la evocación que hace soportable la vida de Zarité,una joven esclava del Congo que nos hará ver el Saint Domingue de 1770 a 1793, antes de ser Haití o República Dominicana, y el Nueva Orleans de principios del siglo XIX.

domingo, 7 de febrero de 2010

LA PINTURA QUE SALVA VIDAS



Leo en Yo dona información sobre Pilar Mateo y su lucha solidaria contra EL MAL DE CHAGAS. Me interesa, al momento, saber más sobre esta mujer que apuesta por VENCER una enfermedad de POBRES. Publico su página http://www.pilarmateo.com/proyectos.php y agradezco la labor de estas persona que te reconcilian con la vida.

Este año ha publicado en la editorial La esfera de los libros, junto con Charo González Casas, El vampiro de los pobres.

"A nadie le importa el Chagas porque es la enfermedad de los pobres, ningún laboratorio va a fabricar fármacos o productos para quien no puede pagarlos".

Los beneficios obtenidos por la Dra. Pilar Mateo por la venta de este libro serán destinados a la ayuda del Pueblo Guaraní boliviano.

jueves, 4 de febrero de 2010




Aquí tenemos otra posibilidad de disfrutar de la personalísima manera de hacer poesia de ANGEL GONZÁLEZ. Jugar con el LENGUAJE, SUGERIR, crear para la lectora unas imágenes llenas de ironía y ternura y bucar la ESTÉTICA de lo COTIDIANO para transformarlo en materia poética.

GAJES DEL OFICIO

Era un hombre que, por su profesión,
cuando cometía errores eran siempre de bulto.
Me estoy refiriendo a un maletero
o porteur, eso depende
de la situación del sujeto respecto
a la cordillera pirenaica
quien, atendiendo por uno u otro nombre,
acababa deslomado cada día
de tanto descargar y cargar trenes.

Yo también cometo errores de bulto:
voy a abrazar tu cuerpo y me abraso en el aire,
voy a pedir tequila y pronuncio te quiero,
voy a aspirar la brisa y estás en mi garganta.

Así acabo descorazonado cada noche
de tanto acarrear mi amor por todas partes:
un amor que no sé dónde dejar
cuando llega la tarde y tú no estás conmigo