lunes, 15 de junio de 2009

DAVID Y GOLIAT EN EL SIGLO XXI

De la prensa que he leído el pasado fin de semana, quiero destacar dos noticias. Una de ellas, sobre la revuelta indígena en el Perú. Me parece asombrosa la capacidad de lucha de los nativos peruanos, que se enfrentan al coloso capitalista que se enmascara detrás de los gobiernos democráticos. Los decretos aprobados por el gobierno del presidente Alan García han provocado la reacción de la población indígena que se ha saldado con 23 policías y 10 civiles muertos, después de durísimos enfrentamientos. Pero estas son las cifras oficiales. Las organizaciones de derechos humanos afirman que un número indetermidado de nativos han sido quemados y arrojados al rio.
Daysi Zapata es la vicepresidenta de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana y denuncia que el gobierno peruano está rendido a las multinacionales y a sus intereses en la riqueza maderera de la Amazonía. En sus declaraciones, desde la heroicidad de sus reivindicaciones, afirma que NO SE DEBE OLVIDAR QUE LOS INDÍGENAS ESTÁN DEFENDIENDO A SU MADRE, LA SELVA.
Me emociona esta ECOLOGÍA. No creo que podamos encontrar otro testimonio que se acerque a la dignidad y a la grandeza de estos desheredados.

La segunda noticia apreció publicada en PÚBLICO. El titular es Ujoma, aldea de mujeres. Cuenta la experiencia de unas mujeres keniatas que fueron abandonadas tras haber sido violadas. En esta situación, crearon Ujoma, que significa unidad. Es una comunidad sin hombres en la que desde hace diez años desarrollan una existencia independiente, con fórmulas económicas de subsistencia propias. Y además, han construido un espacio de convivencia que les permite superar los horrores a las que están condenadas por el hecho de ser mujeres.
Creo que son mujeres heroicas por el empeño de forjarse una vida al margen de la crueldad y extrema y seguir adelante.

domingo, 14 de junio de 2009

ALFANHUÍ. Rafael Sánchez Ferlosio

En diciembre de 1950, Ferlosio terminó de escribir Alfanhuí. Yo la leí cuando era estudiante de Magisterio, hace treinta años. Mi reencuentro con la obra, en junio del 2000, ha sido una fiesta. Una fiesta para los sentidos, pues una escritura extraordinariamente sensual: los colores, luces y sombras, los sabores, los olores.
También es una fiesta para el lenguaje, para el disfrute de las palabras, para saborearlas, para pesarlas y para rescatarlas de la memoria. Yo he recuparado de mi memoria lingüística la palabra ABANTO, que utilizaba mi abuela, en mi infancia conquense y a la que solía añadir el adjetivo "melonero"; de tal forma que sentenciaba con frecuencia ¡vaya un abanto melonero!. Esa palabra me estaba esperando en las páginas de Alfanhuí.
He seleccionado del libro unos retazos, como auténticas joyas de calidad lieraria, o a mí me lo parecen:
Como empleo de adjetivos: viento remoto, sombra agitada, nevada invisible.
Como capacidad para crear imágenes poéticas: "Se estremecieron en las paredes las sombras de los pájaros", "el desván olía a cerrado y estaba lleno de sueño", "tenía toda la silla un aire soñoliento y abandonado"
Como poder descriptivo de la estética de lo humilde, lo cotidiano: "...muchas flores cultivadas en botes de conserva y en cubos viejos, junto a la pared..."
Como descubrimiento del alma de las cosas: ...se oyó una nota lenta, melosa, larga y amortiguada...
A todo esto, hay que añadir un finísimo humor, unas gotas de ironía y varios gramos de socarronería. El resultado, un relato de iniciación, que te acerca una naturaleza mágica y un personaje que se aventura por la vida, con la dignidad de los seres auténticos. Como dicen por estas tierras, que él no visitó... Bon vent i barca nova!.

domingo, 7 de junio de 2009

¿Todo está en los libros?

En El País del 7 de junio,aparece una Tribuna firmada por Gustavo Martín Garzo que se titula ¿Todo está en los libros?. Me parece una bellísma reflexión sobre la presencia de los libros en la vida y viceversa. También habla de la materia de la literatura y de su relación con la vida. Todo ello en un ágil juego que va desde el mundo de lo imaginado, lo soñado hasta el mundo de lo vital, pero todo ello formando los entresijos de la REALIDAD. Me gustaría dejar plasmadas de algunas de las citas e iedas que me han resultado más sugerentes.
"La literatura es como un gran almacén. Se guardan en él todas las emociones humanas, nuestros sueños y nuestras preguntas, y leer es entrar en este almacén y tomar lo que necesitamos. El lector devuelve a la vida, a través de la lectura, lo que el escritor tomó de ella para escribir sus libros, con lo que el círcula se cierra"
Pero hay una cita que me ha resultado especialmente reveladora. Martín Garzo cita a Coleridge para "demostrar" que podemos traernos cosas de los sueños. "Un poeta sueña con un jardín fabuloso donde todo es perfecto. Paseando por sus senderos ve un hermoso rosal y toma, distraído una de sus rosas. Pero algo pasa y se descubre, de pronto, acostado en el cuarto inmundo de una pensión. Comprende que el jardín sólo existe en su fantasía y, cuando trata de volver a dormirse, ve sobre la mesilla la rosa aque acaba de cortar. Puede que el jardín fuera un sueño, pero se ha traído de él una flor. ¿Es posible esto? LA LITERATURA NOS DICE QUE SÍ.
Creo que se trata de un texto donde cualquier amante de la lectura reconocerá una complicidad que se destila en cada línea. Una bella manera de seguir hablando de literatura y lectura, de vida y de ficción, en definitiva, de la esencia de la persona.