sábado, 15 de octubre de 2011

15-O OTRO MUNDO ES POSIBLE



Las marchas que hoy han recorrido las calles del mundo, para que las personas podamos recuperar la DIGNIDAD que nos han usurpado el poder político y financiero, han contado con el apoyo de intelectuales como Naomi Klein, Vandana Shiva, Noam Chomsky y Eduardo Galeano.

Un gobierno global del pueblo y para el pueblo ha sido reclamado por miles y miles de gargantas.

Aquí tenéis el manifiesto que transcribo del diario Público.

El manifiesto

El 15 de octubre, unidos y unidas en nuestra diversidad por un cambio global, exigimos democracia global: un gobierno global del pueblo y para el pueblo. Inspirados en nuestros hermanos y hermanas en Túnez, Egipto, Libia, Siria, Bahrain, Palestina-Israel, España, Chile y Grecia, también exigimos un cambio de régimen: un cambio de régimen global. En las palabras de Vandana Shiva, la activista india, exigimos el remplazo del G8 por la humanidad completa- el G7,000,000,000.

Las instituciones internacionales no democráticas son nuestro Mubarak global, nuestro Assad mundial, nuestro Gaddafi internacional. Estas incluyen: el FMI, OMC, el comercio internacional, los bancos multinacionales, el G8/G20 y el Consejo de Seguridad de la ONU. Como Mubarak y Assad, no permitiremos que dirijan nuestras vidas sin nuestro consentimiento. Todos nacimos iguales, pobre o rico, mujer o hombre. Africanos y Asiáticos son iguales a Europeos y Americanos. Nuestras instituciones deben reflejar esto o ser derrocadas.

Hoy, más que nunca, fuerzas globales determinan nuestras vidas. Nuestros trabajos, nuestra salud, nuestra vivienda, nuestra educación y nuestras pensiones están controladas por los bancos internacionales, el mercado, los paraísos fiscales, las corporaciones y las crisis financieras. Nuestro medio ambiente está siendo destruido por contaminación en otros continentes. Nuestra seguridad la determinan las guerras y el comercio de armas, drogas y recursos naturales que benefician a personas fuera de nuestras fronteras. Estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas. Esto debe terminar. Esto va a terminar. Los ciudadanos del mundo debemos recuperar el control sobre las decisiones que nos afectan a todos los niveles – de global a local. Esto es democracia global. Esto es lo que hoy exigimos.

Como los zapatistas mexicanos, hoy decimos “¡Ya basta! Aquí el pueblo manda y el gobierno obedece” - ¡Ya basta! Aquí el pueblo manda y las instituciones globales obedecen. Como los indignados españoles decimos “¡Democracia real ya!”- Democracia global real ya.

Hoy hacemos un llamado a los ciudadanos del mundo: ¡Globalicemos la Plaza Tahrir! ¡Globalicemos la Puerta del Sol!

domingo, 9 de octubre de 2011

MUJERES EN PIE DE PAZ


TAWAKUL KARMAN: La PAZ como COMPROMISO Y LUCHA.

El siguiente texto, firmado por Yamal Yubran, ha sido traducido del árabe por Alma Allende para Rebelión.

Ni un solo día fue normal la vida de Tawakul Karman. La activista y periodista yemení a la que se concedió hace dos días el premio Nobel de la Paz (junto a la presidenta liberiana Ellen Johnson-Sirleaf y la activista Lima Gbowee) no tiene todavía 32 años y, no obstante esto, ha conseguido convertirse ya en un icono de la mujer militante en su país. No ha dejado de luchar por obtener para las mujeres yemeníes una posición mejor en la vida pública, al mismo tiempo que alzaba públicamente la bandera de la libertad de expresión, rechazando toda clase de restricciones a la prensa y a los medios de comunicación.

Pero Karman, al contrario que muchos otros, no se conformó con teorizar en el ámbito de los derechos, la política y el periodismo sino que trabajó directamente sobre el terreno, fundando la organización Periodistas sin Cadenas y exponiéndose a golpes y malos tratos, tanto físicos como psicológicos, durante su participación en las marchas de protesta que organizó con los jóvenes de la revolución yemení. Asimismo esta mujer rebelde fue secuestrada cuando volvía a su casa en compañía de su marido pocos días después del estallido de las primeras protestas populares. Miembros de la policía del régimen de Ali Abdala Saleh la retuvieron en la prisión central durante treinta horas antes de liberarla bajo una presión internacional y popular sin precedentes. Las cosas no acabaron ahí, pues el propio presidente Ali Saleh le dijo a su hermano en una comunicación telefónica que “el gobierno no se hacía responsable a partir de ahora de lo que pudiera pasarle a Tawakul Karman”, en lo que puede describirse como una velada amenaza de muerte. La activista yemení así lo declaró a los medios de comunicación sin que se produjera ningún desmentido oficial por parte del régimen.

Dice Tawakul, formada en el seno de uno de los partidos religiosos más fuertes del Yemen, Partido de la Alianza Yemení por la Reforma, que supo desde el principio que su camino nunca sería fácil, decidida como estaba a oponerse al régimen militar y policial de Ali Abdala Saleh. Ha declarado que siempre temió lo peor. Pero que ninguna amenaza ni intimidación lograron nunca desviarla del destino que había escogido para sí misma.

En todas sus intervenciones públicas, esta joven yemení repetía siempre su expresión favorita: “para que el ser humano obtenga sus derechos tiene que reclamarlos”. A partir de este principio, alzó públicamente su voz en protesta contra la represión y la injusticia a la que estaba sometido su pueblo. Así creó La Plaza de la Libertad frente a la sede central del consejo de ministros yemení. Pero tras tres años de protestas en esta Plaza, nació otra Plaza, la Plaza de Taghir que ocupan los jóvenes yemeníes desde hace siete meses exigiendo el derrocamiento del régimen de Saleh.

Al-Akhbar contactó con Tawakul Karman nada más conocer la noticia de la concesión del premio Nobel de la Paz. Karman ha querido dedicar el premio a ese impresionante grupo minoritario que la ha acompañado desde el año 2007 y con el que “hemos venido ejerciendo nuestro derecho a defender la libertad de expresión y a protestar contra la represión y el encarcelamiento arbitario al margen de la ley”. Ha añadido que no esperaba en absoluto este premio: “ni siquiera sabía que había sido propuesta, pero no puedo ocultar mi enorme satisfacción y felicidad”. Ha asegurado que el Nobel de la Paz confirma que la lucha pacífica es el mejor camino para “alcanzar nuestros derechos en el enfrentamiento con los regímenes dictatoriales”. El premio obtenido, añade Karman, es un homenaje a los mártires y heridos de la revolución de los jóvenes yemeníes y un reconocimiento internacional de la justicia de esta revolución y de la necesidad de su triunfo”. Y concluye con confianza y alegría que “el premio confirma el poder de nuestro movimiento en su propósito de hacer caer el régimen del presidente Ali Saleh, el cual impide desde hace 33 años la construcción de un Yemen moderno y democrático”.

Tawakul Karman, tras dedicar su premio a los mártires de la revolución y a “los jóvenes de la primavera árabe”, no olvida a los más próximos, a todos aquellos que la han apoyado desde muy cerca, y entre ellos “no puedo olvidar a mi padre, a mi marido y a mi familia, pues sin ellos jamás habría conseguido llegar hasta aquí”.

MARCHA A MADRID