La película La ola del director alemán Dennis Gansel fue estrenada en España el 28 de noviembre. Está basada en hechos reales y cuenta el experimento de un profesor de Instituto que, durante la semana de proyectos, quiere que sus alumnos estudien la autocracia.
Ambientada en la Alemania actual, el film desarrolla un magnífico recorrido por la evolución del grupo de estudiantes y nos plantea reacciones diferentes entre sus protagonistas.
El experimento acaba en tragedia, pues a lo largo de la semana van apareciendo y consolidándose en el grupo actitudes que desembocan en la anulación total de la indivudualidad de sus componentes. A cambio el grupo, que se va haciendo cada vez más numeroso, aplica una férrea disciplina a sus componentes y comienza a utilizar la violencia como fórmula habitual de relación con los disidentes o acon los ajenos al grupo.
Creo que la película tiene vocación de polémica y, sobre todo, de debate.
Aspectos como la autoridad, la pertenencia al grupo, lo que el grupo ofrece a cada uno de sus miembros, la disciplina, cómo gestionar la diversidad de opiniones dentro de él, son algunos de los temas que pueden dar mucho juego. Pero, yo destacaría LA NECESIDAD DE LA CREACIÓN DE LÍMITES para que cualquier situación no degenere en algo que ya nadie puede controlar.
Resalto el papel de las mujeres en la obra. Son dos de ellas las que se dan cuenta del peligro que se va cerniendo sobre el grupo; se apartan de él y organizan una campaña de difusión para frenar La ola, alarmadas por lo que observan. También es muy crítica la actitud de la mujer del profesor. Le hace ver que él mismo se ha dejado seducir por el papel de líder; que se ha dejado dominar por su ego, al comprobar cómo los alumnos aceptaban su poder sin cuestionarlo.
En definitiva, cine para la reflexión, que enriquece, te posibilita replanteamientos y te abre perspectivas nuevas sobre las relaciones humanas. ¿Se puede pedir más?
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